
HÓRREO
Acuarela rural Asturiana
El pulpo abandonó su cueva. Cruzó las pozas, trepó los acantilados y se deslizó entre las callejuelas empedradas, húmedas de historia. Su tinta ya no dibujaba peces: ahora trazaba horreos, tejados inclinados, campanarios que repican entre la niebla, casas de indianos y puertos que huelen a redes secas.
Esta serie es un viaje pausado por algunos de los pueblos más mágicos del norte:
Ribadesella, Llanes, Villaviciosa, Lastres, Colunga, La Isla, Caravia, Luanco, Candás, Cudillero…
Lugares que no necesitan presentación para quien los ha sentido en la piel, pero que aquí se transforman en acuarela, con esa luz suave que tiene el mar cuando lo miras desde tierra firme.
Cada cuadro es un recuerdo o una intuición, pintado con respeto, sin artificios. El pulpo se mimetiza ahora con la piedra y la madera, y deja su rastro de tinta entre balcones floridos y tejados de pizarra.

Calles donde el mar forma parte del silencio.
La vida alrededor de un puerto
Algunos espigones protegen más que barcos. Ilusiones de pescadores, autenticas pasiones por la navegación, negocios y grandes amistades.
Pueblos llenos de vida gracias a que están bañados por el mar.
Javier Miguélez



